El juego de la ortografía. Aprendemos juntos
Luego de trabajar las características del género lírico, los estudiantes escribieron grupalmente una poesía, la musicalizaron y grabaron, integrando así el lenguaje poético, el arte y la tecnología.
Luego de trabajar las características del género lírico, los estudiantes escribieron grupalmente una poesía, la musicalizaron y grabaron, integrando así el lenguaje poético, el arte y la tecnología.
La exploración de audiolibros y sonidos inició un proceso de aprendizaje que abarcó la lectura y escritura en código braille, la expresión oral y la grabación de narrativas propias con recursos tecnológicos.
Desde el área de Lengua, se compartió la leyenda de la yerba mate en guaraní y castellano, promoviendo empatía, inclusión y colaboración con estudiantes con discapacidad visual y múltiple.
Debido al uso de inteligencia artificial por parte de los alumnos, se reformuló la metodología de enseñanza de Lengua y Literatura para integrar la IA para la construcción de textos argumentativos, que es un tema troncal en tercer año en esta materia.
Alumnos y alumnas compartieron crónicas de viaje. Seleccionaron imágenes de viajes por paisajes locales para iniciar un proceso de escritura con anécdotas, comentarios y testimonios, hasta concretar un texto para leer en una jornada de lectura en voz alta.
Carlos es alumno de tercer año. Presenta dificultades para socializar con otros. Luego de tres meses se logró que Carlos pueda leer para la clase, conectar con las propuestas, realizar trabajo grupal con sus compañeros y escribir por sí mismo una poesía.
Carlos es alumno de tercer año. Presenta dificultades para socializar con otros. Luego de tres meses se logró que Carlos pueda leer para la clase, conectar con las propuestas, realizar trabajo grupal con sus compañeros y escribir por sí mismo una poesía.
En esta experiencia se fusionan literatura e industria para incentivar a los alumnos a crear algo nuevo. Un espacio para crear e imaginar en un área de conocimiento duro, como la industria, como así también utilizar la poesía como herramienta de inclusión.
La práctica consistió en leer una tragedia con alumnos de tercer año y escribir a medida que se leía. La experiencia culminó con la construcción de libros virtuales por parte de los chicos y las chicas, quienes se desempeñaron como autores y editores.
Se fomenta la lecto-comprensión, la creatividad y la experimentación artística a través de la lectura de cuentos de terror en castellano e inglés. Los estudiantes crean sus propios relatos, diseñan los personajes y producen cortometrajes en stop-motion.