Situada Inicial 2023

Habitar el nivel inicial hoy

Habitar el nivel inicial hoy

Constanza Cacciutto y Andrea Vitola

“ver la realidad con nuevos ojos y ser capaz de encontrar problemas y soluciones que otros no han visto”
(Cobo, 2016, p 36)

El espacio donde nos encontramos para enseñar y aprender

Cuando hablamos del escenario pedagógico presente surgen una cantidad de cuestiones que nos desafían a pensar en nuestras prácticas como docentes en el nivel inicial en y para el siglo XXI, en espacios habitados por niñas y niños con intereses, necesidades, problemáticas, contextos, historias propias y compartidas, y que nos convocan a mirar con nuevos ojos hacia el interior de nuestra tarea.

Antes de avanzar les proponemos pensar en aquellas palabras que les permiten definir el escenario pedagógico actual y compartirlas para comenzar a construir con otras/os  docentes una mirada compartida sobre la realidad de nuestras salas en el nivel inicial hoy.

Desde nuestras experiencias y nuestros contextos este escenario toma connotaciones particulares, que definen la especificidad de cada escuela y cada realidad, pero antes de abordar esa diversidad es interesante conceptualizar más teóricamente el escenario pedagógico contemporáneo.

Buscando definir el escenario pedagógico actual desde la contemporaneidad

En este punto, nos interesa traer las ideas de autoras y autores, que ya desde hace algunos años, nos invitan a reconocer la necesidad de repensar la escuela, la educación, y nuestro nivel, en tiempo presente y atendiendo a las demandas de la contemporaneidad.

{tooltip}Paula Sibilia{end-texte}Antropóloga, Investigadora y ensayista argentina residente en Río de Janeiro.{end-tooltip}, en su libro Redes o paredes ({tooltip}2012{end-texte}Sibilia, P. (2012) ¿Redes o paredes? La escuela en tiempos de dispersión. Tinta Fresca, Buenos Aires {end-tooltip}) nos invita a problematizar sobre una escuela que no responde a las necesidades de los sujetos que la habitan. Esta autora explica que la escuela es una tecnología de época, pero de otra época, y que por tanto necesita rediseñarse para compatibilizar con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes contemporáneos ya que, en estas nuevas subjetividades que se van plasmando los modos de ser y estar en el mundo, no encuentran su lugar ni pueden acomodarse en instituciones de otra época.

Sibilia nos desafía a pensar de qué manera la escuela de la cultura letrada debe transformarse para atraer a los sujetos que se desenvuelven en una cultura audiovisual, digital y transmedia. Para concretar esta transformación, por ejemplo, debe dar lugar a los nuevos lenguajes, códigos, modos de expresión y de desenvolverse con otros, con otras, habituados a la conectividad permanente, a otros tiempos y a una lógica que no es la de la escuela clásica.

Desde otra perspectiva, {tooltip}Michel Serres{end-texte}Ensayista, epistemólogo y filósofo francés.{end-tooltip} en su libro Pulgarcita, nos invita a mirar quienes hoy transitan nuestros espacios educativos comprendiendo que no solo tienen formas diversas de ser y estar en el mundo sino también, de transformarlo. Y sin duda, nos interpela a pensar, hacer, construir, proponer, crear, plasmar una escuela para esas niñas y esos niños.

Como última referencia, podemos recuperar algunas ideas que nos aporta {tooltip}Mariana Maggio{end-texte}Doctora en Educación, Magister y Especialista en Didáctica, y Licenciada en Ciencias de la Educación de la Universidad de Buenos Aires (UBA){end-tooltip} quien nos invita a reflexionar sobre la escuela hoy, entendiendo que ya no puede ser la misma que en siglos pasados y que las diferentes problemáticas que la atraviesan le otorgan un nuevo sentido a cada una de las propuestas que en ella suceden, para y con todas y todos, atendiendo a la diversidad, potenciando las competencias digitales y en clave inclusiva.

Maggio (2012) nos motiva a buscar las mejores alternativas para repensar nuestras propuestas de enseñanza a partir de una transformación de nuestras prácticas, dialogando cada vez más con la realidad y resignificando cada uno de los recursos que nos permiten generar aprendizajes valiosos, crear escenarios pedagógicos potentes y propuestas pedagógicas innovadoras.

Comprender el contexto para pensar la enseñanza

Sin duda a la hora de hablar de contexto, no solo nos referimos a la sala, a la comunidad, a la institución, sino también, a una serie de condiciones sociales, económicas, políticas, entre otras que nos invitan a pensar una y otra vez, en nuestras propuestas de enseñanza y en el diseño de las mejores experiencias de aprendizaje para todas/os las niñas y los niños que habitan nuestras escuelas.

En este apartado esperamos recorrer estos aspectos que definen este escenario y que nos desafían a pensar la enseñanza contextualizada para que nuestras propuestas sean las más apropiadas para las niñas y los niños que día a día nos demandas nuevas, mayores y mejores experiencias para aprender.

Repensar la tarea en el nivel inicial en tiempo presente

Sin duda pensar en el nivel inicial en tiempo presente nos convoca a reconstruir nuestra tarea en diálogo con la contemporaneidad que nos desafía desde otros, nuevos y diversos lugares. Hoy no podemos pensar en replicar ese jardín que habitamos en nuestras infancias, ni el jardín en el que trabajamos como docentes hace unos años atrás, pero sí, reconocer todo aquello que nos aporta nuestro recorrido por el nivel como valioso, resignificarlo y potenciarlo en este nuevo contexto. La clave, está en poder preguntarnos cómo el nivel inicial se va rediseñando a medida que se apropia de otras miradas sobre la organización de los tiempos, los espacios, los recursos, las innovaciones didácticas y tecnológicas, las perspectivas sobre las infancias, sobre la diversidad, sobre la inclusión; y las contextualiza a cada realidad en forma situada.

Estos jardines que hoy habitamos, son el resultado del encuentro, el diálogo, la articulación de perspectivas didácticas, que nos convocan a pensar en la construcción de escenarios donde el aprendizaje suceda, escenarios flexibles, adaptables, dinámicos y abiertos para alojar a niñas y niños que desde sus singularidades nos impulsan a transformarnos y pensar en las mejores posibilidades para el nivel, para ellas y ellos y para el contexto actual.

Las infancias que habitan nuestras salas

“Inventaremos un lugar para escondernos de los fantasmas, de las brujas, de los truenos, de todo lo que nos asusta y nos desvela.
Inventaremos una historia que contar, la pintaremos de amarillos y de soles y cuando el cuento casi esté por terminar nos inventamos un final con más colores”

La vida está por empezar – Marta Gomez

Las infancias que concurren a nuestros jardines hoy en día se encuentran atravesadas por la inmediatez de la sociedad en la que viven. Pocos son los tiempos que niñas y niños encuentran en su vida cotidiana para detenerse a contemplar, a jugar, a explorar aquello que el entorno les va ofreciendo. Pocas son además las oportunidades de contacto con espacios naturales, de moverse libremente, correr, saltar, trepar. ¿Qué posibilidades podemos ofrecer desde nuestros jardines para habilitar instancias que les permitan expresarse, jugar, explorar y aprender en entornos naturales?

Las y los adultos que están a cargo de las tareas de cuidado y crianza, también están inmersos en el ritmo de la vida urbana y sus conflictos, y muchas veces observamos los escasos momentos de juego y encuentro compartidos. Cuando nos miramos a nosotras mismas, a nosotros mismos, identificamos que a su vez, estamos atravesados y atravesadas por las características de este contexto donde pareciera no haber tiempo para detenerse y encontrarse.

Es habitual escuchar hablar de las nuevas infancias, pero al respecto debemos preguntarnos ¿Qué es lo nuevo? y quizás lo primordial es correr el foco de lo nuevo y concentrarnos en el término infancias, y en lo que implica mirarlas para repensar la tarea en la sala. Los chicos y las chicas que hoy transitan nuestros jardines nos interpelan a construir nuevas formas de aprendizajes.

Este contexto que venimos analizando y en el que venimos reconociendo a las infancias que habitan nuestros jardines, nos convoca aún más a la reflexión sobre la heterogeneidad, la diversidad, la equidad de género, la educación inclusiva y la protección integral de los derechos de las niñas y los niños. Pensar en las infancias es pensar en aulas heterogéneas. Y pensar en aulas heterogéneas nos obliga a repensar nuestras prácticas para que todas y todos puedan aprender (Anijovich, 2014).

Sin duda esta realidad nos desafía a repensarnos como docentes, problematizar la realidad, trabajar colaborativamente entre colegas, inspirarnos en experiencias alternativas y avanzar en la construcción de propuestas de enseñanza diversificadas, potenciadas por el conocimiento, la experiencia y la resignificación de las mismas al contexto presente.

Un Jardín para estas infancias

“La educación debe a los niños algunos gestos que le han sido sustraídos. Gestos corporales, gestos de atención, gestos de ficción y gestos de lenguaje. Ya no es el caso de contentarnos con no interrumpir. Hay algo más: distender y alargar el tiempo de los niños. (…)

Detenerse con ellos en un cuerpo que no sabe de divisiones ni de regiones de privilegio; detenerse con ellos en una atención que es plural, sensible; detenerse con ellos en una ficción de tradiciones, travesías y experiencias; detenerse con ellos en un lenguaje que quiere jugar al lenguaje.”

{tooltip}(Skliar, 2012){end-texte}LA INFANCIA, LA NIÑEZ, LAS INTERRUPCIONES. Childhood & Philosophy, vol. 8, núm. 15, enero-junio, 2012, pp. 67-81 Universidade do Estado do Rio de Janeiro.{end-tooltip}

Es interesante preguntarse sobre cómo debe ser el nivel inicial para estas infancias, como alojar estas subjetividades que se desarrollan en un entorno donde las formas de estar, ser, conocer y comunicarse siguen tiempos más ágiles, lógicas más disruptivas y escenarios dinámicos y cambiantes. El Nivel Inicial nos da la oportunidad de habilitar otros tiempos, espacios, materiales, lenguajes, dinámicas, tan necesarias para ofrecer a nuestras infancias nuevas y diversas experiencias para aprender.

En los diferentes apartados de esta publicación encontrarán desarrolladas miradas y aportes que nos inspiran para pensar la enseñanza en contexto, cuestiones referidas a las decisiones didácticas para organizar la tarea, alternativas para decir, hacer, crear, y explorar desde los múltiples lenguajes y entornos y reflexiones para encontrarnos en la diversidad para enseñar y aprender que entendemos nos permiten enriquecer nuestras propuestas en pos de continuar avanzando en repensar el nivel inicial para nuestras infancias.

Las niñas y los niños que llegan hoy a nuestros jardines han nacido en la era digital, sus vidas han estado atravesadas desde su nacimiento por las pantallas, la televisión, los celulares, las tablets, las computadoras, las redes sociales. Todos estos dispositivos son parte del contexto en el que han nacido y crecido y han mediatizado en mayor o menor medida sus vínculos.  Mientras que hace unas décadas la escuela era para la mayoría de los chicos y las chicas el lugar de acceso casi exclusivo a la información, hoy existe la posibilidad de obtenerla  a través de múltiples maneras en  los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. ¿Cuál es entonces el desafío docente en este escenario?

La lógica mercantilista busca captar a las infancias como consumidoras. Es en este escenario en el cual tenemos como docentes el gran desafío de  que los chicos y las chicas vayan construyendo una mirada crítica en el uso de las nuevas tecnologías. A su vez, seguir propiciando en el aula instancias en donde puedan construir y vivenciar otras maneras de vincularse, que recupere la riqueza de estar con otros y con otras, de escucharse, de compartir preguntas sobre el mundo que los y las rodea.

Si miramos atentamente las instituciones en las cuales trabajamos cotidianamente nos encontramos con bebés, bebas, niños, niñas para quienes el jardín maternal o  el jardín de infantes es la primera vivencia dentro del sistema educativo y el primer espacio público que las y los recibe.  Es por ello que estas deberían convertirse en el espacio comunitario que contribuya al desarrollo de las niñas y  los niños, como futuras ciudadanas y ciudadanos, en un espacio de inclusión y respeto, con adultos significativos que las y los nombran, reconocen en su subjetividad, y les permiten ser partícipes activos de su proceso educativo. Sabemos que esta experiencia fundante dejará huellas en los cuerpos de nuestras infancias, las cuáles pueden corresponderse con experiencias habilitantes o con experiencias de exclusión, dependiendo de las posibilidades de alojamiento que cada institución y cada equipo docente y directivo vaya desplegando.

Las chicas y los chicos que ingresan al Nivel Inicial traen un conjunto de saberes, experiencias, vivencias, imágenes, preguntas, que han ido construyendo en su relación cotidiana con el mundo que las y los rodea.  Desde el Nivel Inicial les ofrecemos diferentes oportunidades para enriquecer, complejizar, modificar, poner en diálogo con otras y otros, aquello con lo que ingresan, a partir de los aportes de diferentes disciplinas. El diseño curricular plantea con claridad la necesidad de trascender una mirada recortada por áreas de conocimiento, ofreciendo una mirada globalizadora.  Entonces, desde cada área se ofrecen distintas claves para conocer y comprender el mundo que las y los rodea.

Desde esta perspectiva se habilita la posibilidad de que  seleccionen, desarrollen y participen de diferentes propuestas, esto requiere que como docentes estemos atentos a los intereses, los caminos y los tiempos particulares de cada niña, de cada niño para aprehender el ambiente acompañando, motivando, desafiando, ofreciendo alternativas, respetando sus deseos, tiempos individuales y modos conocer.

En este sentido, las didácticas del Nivel Inicial proponen trascender la mirada disciplinar o por áreas de conocimientos, muchas veces polarizados, para ir en búsqueda de una mirada globalizadora de la experiencia infantil que, contando con accesibilidad, se enriquezca y articule con las miradas y aportes de cada una de las áreas de conocimiento, y a través de las cuales las niñas y los niños puedan conocer y comprender el mundo. Si, a partir de las propuestas ofrecidas, se amplían las experiencias sensoriales, motoras, y cognitivas de los niños y las niñas, se estará brindando una posibilidad combinatoria que les permitirá la creación de nuevos mundos posibles.

Es por ello que nos interesa destacar nuestro valioso rol mediador entre el mundo y las infancias, teniendo la posibilidad de generar cotidianamente instancias para alojar y despertar el asombro y la pregunta que surge del vínculo entre las chicas y los chicos y el entorno que las y los rodea. La posibilidad de detenernos en la piedra que encontraron en el camino, en el sonido de la ambulancia que pasa por la puerta del jardín, en el polvo volando en la sala que descubrimos cuando entra el sol, contribuyen a desarrollar el interés por conocer, por descubrir, por apreciar,  por participar activamente en el cotidiano de la vida en el jardín, expresando sentires, miradas, preguntas desde múltiples lenguajes.

Habitar el nivel inicial hoy

Como venimos desarrollando el desafío de habitar el nivel inicial hoy, en tiempo presente, adaptándonos y transformando nuestras propuestas de acuerdo con la contemporaneidad nos invita a seguir fortaleciendo nuestro rol docente, formándonos para comprender el contexto, preguntándonos para pensar la enseñanza y mirando a las infancias para proponer ricas y variadas experiencias de aprendizaje.

Pero hablar de este escenario pedagógico en tiempo presente, justamente requiere pensar en movimiento, en flexibilidad, en cambios, en adaptabilidad, en un continuo avanzar integrando experiencias y saberes, con una apertura a seguir preguntándonos y buscando alternativas y oportunidades acordes con las transformaciones que el presente nos demanda y en clave de futuro.

El siglo XXI nos exige pensarnos en búsqueda constante, abriendo espacios, atravesando puentes y rediseñándonos para seguir aprendiendo, para seguir enseñando. El presente nos convoca, motiva y provoca a ser originales, enriquecer nuestra mirada desde la creatividad, con autonomía, dinamismo, reflexionando críticamente sobre la práctica y pensandonos colectivamente, entendiendo que la construcción colaborativa de conocimiento y las comunidades de aprendizaje son una forma fundamental para hacer con otros y con otras enriqueciéndonos en la diversidad y potenciándonos desde nuestra particularidad.

No es casual que nos propongamos formar desde el nivel inicial sujetos, futuros ciudadanos del siglo XXI con esas características, y sobre todo, preparados para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.

Bibliografía

Cobo, Cristóbal (2016) La Innovación Pendiente. Reflexiones (y Provocaciones) sobre educación, tecnología y conocimiento. Colección Fundación Ceibal/Debate: Montevideo.
Escuela de Maestros. Nivel Inicial. (2023) Oportunidades para repensar las prácticas en el nivel inicial.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2019) Diseño curricular para la Educación Inicial. Niñas y niños de 4 y 5 años. – 1a ed . – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Educación e Innovación, Libro digital, PDF.
Maggio, M. (2012). Enriquecer la enseñanza. Buenos Aires: Paidós.
Serres, M. (2013) PuIgarcita. Buenos Aires : Fondo de Cultura Económica.
Sibilia, P. (2012) ¿Redes o paredes? La escuela en tiempos de dispersión. Tinta Fresca, Buenos Aires
Skliar, Carlos. (2012) LA INFANCIA, LA NIÑEZ, LAS INTERRUPCIONES. Childhood & Philosophy, vol. 8, núm. 15, enero-junio, 2012, pp. 67-81 Universidade do Estado do Rio de Janeiro.
Resnik, M (2007) Sembrando las semillas de una sociedad más creativa. En: Learning & Leading with Technology. Traducción realizada por Cristián Rizzi Iribarren y revisada por Claudia Urrea(2009)